Es un membranófono de golpe directo, semiesférico. Su cuerpo es una fuente de madera con base plana, cuyo diámetro duplica, por lo general, la medida de su altura. La membrana de cuero ovino o caprino cubre toda la boca del recipiente y unos centímetros de la pared exterior, para permitir su tensión. Ésta se obtiene mediante ataduras de crin –hoy tientos de cuero-, que enlazan el aro de cuero, o de cordón de cáñamo que, a modo de costura, bordea el parche, con otro similar que rodea la base.
En Chile, donde el shamanismo está vigente, es ejecutado pro al amchi y su ayudante en diversos rituales. Sólo en el "choike pürrún" (danza del ñandú) su ejecución está fuera del dominio shamánico.
No ocurre lo mismo en Argentina, debido al estado avanzado del proceso de aculturación. En la actualidad se han documentado dos tipos de kultrún: uno pequeño (30cm de diámetro), con asa en la base, que se toca con una sola baqueta, y otro mayor (de 45 a 60cm de diámetro), que se apoya en el suelo y se percute con dos palillos. Ambos se usan en el "Nguillatún", ceremonia anual de fertilidad. El primero es de ejecución femenina: lo toca la anciana principal (figura que reemplaza a la machi) en las danzas femeninas y mixtas que se realizan alrededor del "rewe". El segundo, de ejecución masculina, constituye la base instrumental de la danza, también masculina, del "lonkomeo".
La calidad de la hechura de este instrumento es día a día notablemente menos. Inclusive, para evitar el laborioso tallado de la madera, a veces se usa un fuentón de hierro galvanizado como cuerpo del kultrún grande.
No hay comentarios:
Publicar un comentario